Tendinitis De Hombro: Síntomas, Tipos Y Características
La tendinitis de hombro: es una de las lesiones del hombro mas problemáticas dado que son sumamente dolorosas para cualquier persona, claro esta dependiendo de la parte afectada. Existen diferentes clases de lesiones del hombro, pero las que de forma principal son causa de visitas al médico especialista son conocidas como la tendinitis de hombro, de las cuales podemos llegar a encontrar una gran variedad de las mismas dependiendo de forma obvia de cual sea la parte afectada en este caso en la articulación del hombro que se este viendo desmejorada al momento.
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Considerando su amplia frecuencia y la incapacidad que esta llega a producir, esta es la lesión tendinosa con más importancia en dicha articulación. Puede comenzar de forma aislada el en tendón del supra-espinoso, una vez que este tendón tan importante es el que más se emplea y por ende se roza en fricción al movimiento, esto se realiza de manera general contra el acromion, y después puede llegar a extenderse a los otros músculos pertenecientes a el manguito de los rotadores, haciendo que el dolor se generalice en casi todos los movimientos pertenecientes a el hombro.
La tendinitis de hombro del manguito de los rotadores.

En los primeros días o las primeras semanas, según sea su fase en la cual se este presentando agudo o bien sea crónico, existen muchas diferencias dentro de los movimientos que se encuentran afectados, en función esto del tendón que se encuentre con más inflamación al momento. A medida que va evolucionando el cuadro, la limitación se hace ya algo global, aunque la abducción siempre es la que se tiende a sentir más es afectada, especialmente en su forma crónica.
Razones anatómicas de la tendinitis de hombro del manguito de los rotadores.
Existen diversas razones de tipo anatómicas que justifican la ubicación en el hombro de esta desagradable lesión. El tendón del supra-espinoso se encuentra localizado en una zona donde existe menor vascularización, y la cual es muy susceptible de llegar a sufrir una isquemia, esta es ubicada a 1 cm. de su inserción en el hueso húmeral. Esta misma zona se encuentra expuesta al repetido contacto con el acromion y con el ligamento coraco-acromial en los movimientos diarios que son más corrientes, como el de la flexión y el de la abducción.
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Si a esta circunstancia anatómica se le suma el sobre uso laboral o el deportivo, ademas del proceso de desgaste, también se le suma los traumatismos bien sean pequeños o grandes, este se acentúa y produce enormes fenómenos de tipo degenerativos dentro del mismo que pueden llegar a progresar hasta ser severos desgarros e incluso una rotura completa por la fatiga.

En el aproximado de un 30% de las personas que presentan desgarro de forma parcial de las fibras tendinosas pertenecientes al manguito de los rotadores. La ausencia de las lesiones en el 70% restante, podría explicarse por la diversidad anatómica normal que posee la inclinación de la cabeza del musculo del acromión, de manera que no presiona anormalmente ninguno de los tendones pertenecientes a los rotadores.
¿Quienes por lo general sufren de la tendinitis de los rotadores?
La tendinitis en esta región del hombro se presenta de forma general en las personas que son mayores de los 40 años y que hayan efectuado durante muchos años diversos gestos repetidos con su hombro, como por ejemplo un jugador de tenis, aunque también puede pasar en algunos jóvenes tras un esfuerzo que haya sido excesivo.
A veces existe el antecedente en la persona de un traumatismo en dicha articulación, como lo son por ejemplo una caída o un movimiento brusco y forzado. En otras ocasiones, no existen antecedentes y el paciente enfermo empieza a presentar una clase de dolor muy insidioso, que se ubica en el tercio superior del brazo que es afecto, a la altura de la inserción de los deltoides. Allí se esta detonando una tendinitis del hombro.
Síntomas de la tendinitis del manguito de los rotadores.
Los síntomas de la tendinitis de hombro, conocida como del manguito rotador que por lo general aparecen son el dolor progresivo en la articulación del hombro con el arco de movilidad muy dolorosa, es decir, el dolor se aparece de repente justo a la mitad de camino en la amplitud de la movilidad articular de forma que antes y después no existe dolor, indicando que es una estructura muy sensible y que queda a presión entre las dos superficies óseas, en este caso, es precisamente cuando entre el tendón este se roza con el acromion y se presenta la tendinitis de hombro, del manguito rotador.
En las etapas de inicio, el dolor en el día es mínimo. En un plazo de algunas semanas, la intensidad del dolor puede ir en constante aumento y si no se aplica el tratamiento que es adecuado, puede esto conllevar a la Capsulitis adhesiva. De manera muy característica, este dolor suele ser mucho más intenso durante la nocturnidad o incluso al amanecer. Existen movimientos como la rotación de tipo interna, la externa o la elevación, que terminan por desencadenar más frecuentemente todo el dolor.
Al examen físico se puede llegar a conseguir la atrofia en la musculatura peri-articular. Al mover el brazo de una forma activa, se puede ver la aparición del dolor nuevamente al intentar abducir la extremidad en un arco de unos 70 a unos 100 grados, desapareciendo al hacer aumento de dicho ángulo. Para poder evitar esta clase de dolor el paciente enfermo debe intentar limitar lo más posible la movilidad de la articulación en cuestión.
En la tendinitis de hombro el movimiento hacia adelante suele llegar a mantener en toda su amplitud. En otras oportunidades, lo mas probable es que suela predominar el edema, y se puede conseguir mucho dolor al levantar el brazo de un modo que sea intermedio entre la abducción y la flexión, que no cede aún ni siquiera al llegar a los 180 grados. La palpación cuidadosa de la cabeza del hueso del humero, es de forma habitual, el que permite encontrar un punto doloroso muy cercano a la inserción del propio manguito de los rotadores en la tuberosidad mayor de la cabeza del húmero.
Se estima que la principal causa de dicho dolor, es la compresión que existe entre el tendón del supra-espinoso, el acromion y el ligamento coraco-acromial además de la cabeza del hueso humeral. Esta compresión, es la que determina la inflamación y la ruptura de las fibras tendinosas, que se cura con una cicatriz.
El tiempo de la evolución se mide por lo general en semanas y no es nada infrecuente su repetición a lo largo de toda la vida del paciente. La aplicación de la anestesia local en el supra-espinoso, debajo el acromión, hace desaparecer de forma totalmente el dolor. Si la lesión existe en el músculo supra-espinoso o en el infra-espinoso, puede llegar a ocurrir dolor de la irradiación por dermatoma en el C5.
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El examen radiológico, por lo general es lo mas normal, aunque a veces se puede llegar a observar algunos cambios en la estructura ósea, como lo son las presencias de pequeñas clases de prominencias en la tuberosidad mayor, o algunas imágenes quísticas. Al igual que otras lesiones que se presentan en el síndrome del hombro doloroso, los objetivos mas necesarios en el tratamiento son la búsqueda del alivio del dolor para el paciente y la recuperación en su gran parte de la movilidad, previniendo de alguna forma las complicaciones temidas a largo plazo como lo son el hombro congelado o la distrofia refleja.
Como base principal del tratamiento encontramos la rehabilitación precoz, con algunos ejercicios que movilicen de forma progresiva de la articulación, y la aplicación del calor superficial y del profundo para los casos crónicos o incluso de frío local para los casos que sean agudos. Las complicaciones mas frecuentes en este caso son la bursitis y la rotura por completo del manguito rotador debido a la tendinitis presente en esta área.
La Tendinitis de hombro Bicipital.
El tendón que se encuentra en la cabeza larga del musculo del bíceps, emerge de la conocida vaina sinovial de la articulación gleno-humeral para este continuar por la corredera bicipital del hueso húmeral, y es en este
punto donde la acción de movimientos repetidos originan y generan fricciones que pueden llegar a causar otra clase de tendinitis la cual es conocida como la tendinitis de hombro bicipital con cierta frecuencia.
La gran mayoría de las tendinitis bicipitales se encuentran provocadas por diversas clases de sobre esfuerzos o algunos micro-traumatismos que son repetidos del acromion y del ligamento coraco-acromial sobre el tendón, siendo que la mayoría de todas estas ruptura del tendón bicipital se ubican por lo general en la parte superior de la corredera bicipital. Debido a la relación anatómica que existe de forma directa entre el manguito
rotador y el tendón bicipital, esta inflamación de forma habitual afecta ambos tendones.
Con mucha frecuencia este se presenta como parte importante del síndrome sub-acromial el cual es provocado por la patología más crónica del manguito rotador, siendo muy extrañas las formas únicas. Esta afección se encuentra de forma frecuente entre los deportistas que poseen actividad lanzadora, como los practicantes del béisbol, o los de rugby y después de algunas actividades repetidas como lo es pintar.
La tendinitis de hombro bicipital y sus principales características.
La tendinitis de hombro bicipital se encuentra caracterizada por el dolor que se hace presente en la parte anterior del hombro por encima de la cabeza en todo lo largo del tendón del musculo del bíceps y que va en aumento con cualquier clase de movimiento del brazo pudiendo llegar a irradiar hasta el propio antebrazo. En los casos de larga evolución puede llegar a producirse una rotura en el mismo, tras un esfuerzo que puede ser simple o de forma incluso espontánea, por sumo desgaste, dando origen de esta forma un dolor que es intenso y la posible aparición de una especie de bola muy cerca del codo, que es lo que corresponde al músculo descolgado.
Al día siguiente suelen aparecer los hematomas en la zona afectada. A diferencia de otras clases de roturas tendinosas no produce una gran incapacidad ni afecta de una forma significativa a la fuerza del musculo del bíceps que se debe mantener gracias al otro tendón de forma intacto. Al examen físico puede llegar a presentar una seria limitación a la abducción y al movimiento de rotación interna. La presión que es generada por la palpación del tendón en la corredera es algo realmente dolorosa, estando la vaina muy sensible al deslizar el pulgar sobre ella.
También es posible llegar a inducir el dolor a lo largo de todo el tendón, realizando una supinación en contra de la resistencia del antebrazo. El dolor se origina al flexionar el codo, o al coger objetos o supinar el antebrazo en contra de la propia resistencia. La radiología es de uso normal en esta clase de lesión, y en una ecografía se puede llegar a vislumbrar, entre otra clase de aspectos, el engrosamiento grave del tendón en las
formas que son agudas y el adelgazamiento en los procesos que son crónicos. El tratamiento que se debe aplicar es algo similar al de la tendinitis del manguito de los rotadores.
La tendinitis de hombro cálcica.
La tendinitis de hombro cálcica o calcificada como también es conocida es producida por un proceso que es frecuente en la acumulación de la hidroxiapatita de calcio en el interior de uno o de mucho más de los tendones que pertenecen a el manguito rotador. Luego posterior a todo este proceso, ocurre un periodo el cual es muy doloroso de reabsorción espontánea del material. La propia naturaleza del mecanismo que se encarga de llevar a estos depósitos como también el modo en que este material desaparece nos presenta aun causas que son todavía desconocidas para la ciencia.
Como las otras clases de las tendinitis presentes en el hombro doloroso, pueden llegar a producirse por micro-traumatismos por repetición. Estas se presentan de manera insidiosa con algunas manifestaciones que son super-ponibles a una perir-artritis escapulo-humeral, con un fuerte dolor a la abducción entre los 70 grados y los 110 grados, al final del trayecto de ambas rotaciones e incluso con el apoyo.
En su forma más aguda, el dolor es muy severo, de instauración en solo horas o pocos días, con importantes limitaciones de la movilidad en alguno de sus tres ejes. La palpación de la cara anterior puede llegar a ser muy dolorosa. Es donde suele aparecer en las personas con problemas graves degenerativos tendinosos, siendo este un factor que llega a favorecer a la ruptura de los mismos. La prevalencia de esta difícil enfermedad es muy alta, siendo que la tasa de mayor incidencia suele pasar a partir de los 50 años de edad, en ambos sexos por igual.
El tendón que se consigue con más frecuencia afectado en casi la mitad de todos los los casos es el del supra-espinoso. Se puede llegar a presentar de forma asintomática, lo cual es un hallazgo muy frecuente en esta lesión, bien sea en su etapa aguda o en su etapa crónica. En un examen radiológico es posible llegar a visualizar algunas calcificaciones en los pacientes sin ninguna clase de síntomas y en algunas ocasiones pueden provocan una crisis de tendinitis muy agudas con dolor de comienzo intenso y brusco, ademas de enrojecimiento y mucho calor en la zona, que se suele ser irradiado a la bursa sub-deltoidea.
En esta situación, el brazo se mantiene sostenido de forma rígida al lado del tronco y en el menor movimiento
se despierta un gran dolor. Cuando el cuadro es ya crónico, este presenta una reacción que es granulo-matosa en el tendón, con una inflamación crónica y con la presencia de células gigantes. Los síntomas suelen ser idénticos a la tendinitis de tipo degenerativa, la cual se caracteriza por una serie de exacerbaciones y remisiones.
El examen físico
El examen físico es muy difícil por la incapacidad que existe para poder mover la extremidad. La palpación de forma cuidadosa muestra un punto con la mayor sensibilidad. La región antero-externa del hombro es muy dolorosa pudiéndose llegar a apreciar, a veces, un aumento del volumen y el eritema en esta zona, simulando de forma ocasional una clase de absceso. El estudio radiológico antero-posterior y el lateral es algo suficiente en lo habitual para poder detectar la calcificación presente que no se modifica y los depósitos que se encuentran en crecimiento. Si esto aun no da las respuestas acorde, se realizan resonancias magnéticas de hombro.
De forma ocasional se necesitan de algunas proyecciones especiales, como lo son por ejemplo aquellas para que se efectúan para poder detectar las calcificaciones en el espacio sub-escapular. A través de este examen también se puede observar los cambios presentes en la ubicación y en la desaparición espontánea, sin ninguna clase de inflamación, dentro de los depósitos de calcio. Durante un episodio de carácter agudo, las calcificaciones poseen un contorno el cual es difuminado y pueden llegar a migrar a labursa sub-deltoidea.
Así como las otras tendinitis de hombro referidas, desde un primer momento, cuando el cuadro es de dolor muy agudo, el brazo debe quedar totalmente inmóvil. A los pocos días, debe empezarse la movilización de dicha extremidad con la finalidad de poder lograr lo más pronto posible la recuperación funcional del miembro superior.
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