Cómo se Transmite la Gastroenteritis Y Las Mejores Formas de Evitarla
La gastroenteritis se conoce como la inflamación de la membrana interna del intestino provocada una bacteria, virus o parásitos. La gastroenteritis viral suele ser la segunda enfermedad más común en los Estados Unidos. Por lo general, la causa es, una infección por norovirus. Se esparce mediante alimentos o agua que estén contaminados y el contacto con una persona infectada. Si quieres saber más sobre cómo se transmite la gastroenteritis, no dejes de leer este interesante artículo, además de que te mostraremos todo lo referente.
Los síntomas de la gastroenteritis abarcan dolor abdominal, diarrea, vómitos, fiebre, dolor de cabeza y escalofríos. En la gran mayoría de los casos las personas se recuperan sin tratamiento. Pero, como bien sabemos, lo mejor siempre suele ser la prevención.
El problema más frecuente con la gastroenteritis es la deshidratación. Esto sucede si no ingiere líquidos suficientes para sustituir los que se pierden con los vómitos y la diarrea. La deshidratación es común en los bebés, niños pequeños, ancianos y en las personas con un sistema inmunitario débil.
Si quieres saber cómo se transmite la gastroenteritis sigue leyendo este articulo.
- ¿Qué es la gastroenteritis?
- ¿Cuáles son las causas de la Gastroenteritis?
- ¿Cómo se transmite la gastroenteritis ?
- Los síntomas de la gastroenteritis
- Diagnóstico de la gastroenteritis
- Tratamiento de la gastroenteritis
- ¿Qué se debe comer cuando se tiene gastroenteritis?
- ¿Qué alimentos se debe evitar cuando se tiene gastroenteritis?
- ¿Cómo se previene la gastroenteritis?
¿Qué es la gastroenteritis?
El término más adecuado para definir una inflamación originaria del intestino y del estómago es gastroenteritis, que significa inflamación (“-itis”) del estómago (gastro) y del intestino (enter-). Otro término más apropiado es infección gastrointestinal.
La gastroenteritis también se conoce por otros nombres, aunque son de carácter popular, no utilizados como terminología médica:
• Cólera nostras.
• Gripe intestinal.
La gastroenteritis se define como diarrea o vómitos provocados por una infección en el intestino delgado o en el intestino grueso. Generalmente, los cambios en el intestino delgado no suelen ser inflamatorios, pero los cambios en el intestino grueso sí lo son. El número de patógenos que se requiere para causar una infección varía entre unos pocos a uno (para el Cryptosporidium) hasta tantos como 108 (para la Vibrio cholerae).
¿Cuáles son las causas de la Gastroenteritis?
Los virus (especialmente el rotavirus) y las bacterias de las especies Escherichia coli y Campylobacter suele ser las principales causas de la gastroenteritis. No obstante, existen muchos otros agentes infecciones que pueden originar este síndrome. En ciertas ocasiones se ha visto causas no infecciosas, pero son menos probables que la causa viral o bacteriana. El riesgo de infección suele ser mucho más alta en los niños debido a su falta de inmunidad y su relativa poca higiene.
Entre los virus que se conocen como causantes de la gastroenteritis se encuentra el rotavirus, el adenovirus, el norovirus y el astrovirus. El rotavirus, como bien lo dijimos, es el causante más común de gastroenteritis en los niños, y provoca niveles de incidencia parecidas tanto en los países desarrollados como en los países en vías de desarrollo. Los virus producen aproximadamente un 70% de los casos de diarrea en el grupo de edad pediátrica. El rotavirus suele ser una causa menos común en los adultos debido a la inmunidad que tiene.
El norovirus es una de las principales causas de la gastroenteritis entre los adultos en América debido a que origina más del 90% de los brotes. Estas epidemias ubicadas normalmente suceden cuando grupos de personas pasan tiempo en proximidad física unos de otros, como suele ocurrir en los cruceros, restaurantes u hospitales. Las personas pueden seguir siendo contagiosas aún después de que haya finalizado su episodio de diarrea. El norovirus es la causa alrededor del 10% de los casos en los niños.
• Causas bacterianas
En el mundo desarrollado, la bacteria Campylobacter jejuni suele ser la principal causa de la gastroenteritis bacteriana. Sólo en la mitad de dichos casos se vincula con la exposición a la carne de aves. En los niños, las bacterias son la causa de aproximadamente del 15% de los casos. Las especies más habituales son Escherichia coli, Salmonella, Shigella, y Campylobacter.
Si los alimentos son contaminados con bacterias y se mantienen a temperatura ambiente durante muchas horas, las bacterias se van multiplicando y aumenta el riesgo de infección en las personas que ingieran dichos alimentos. Entre los alimentos que comúnmente se asocian con esta enfermedad se incluyen: carne poco cocida o cruda, marisco, pollo y huevos, leche sin pasteurizar, brotes crudos, quesos frescos, y jugos de frutas y verduras. En los países que están en vía de desarrollo, especialmente en África Subsahariana y Asia, el cólera es una causa bastante común de gastroenteritis. Constantemente esta infección es transmitida por medio del agua o de alimentos contaminados.
La especie toxigénica Clostridium difficile es una causa muy importante de diarrea que sucede más frecuentemente en las personas mayores. Los niños pueden ser fácilmente portadores de estas bacterias sin desarrollar los síntomas. Es una causa abundante de diarrea en las personas hospitalizadas y continuamente se asocia con el uso de antibióticos.
La diarrea infecciosa provocada por estafilococo dorado también se puede presentar en quienes han usado antibióticos. La “diarrea del viajero” usualmente es un tipo de gastroenteritis bacteriana. Los medicamentos supresores de ácidos parecen incrementar el riesgo de desarrollar una infección significativa luego de ser expuesto a cierta cantidad de organismos, incluyendo las especies Clostridium difficile, Salmonella, y Campylobacter. El riesgo es mucho mayor en aquellos que ingieren inhibidores de la bomba de protones que en quienes toman antagonistas H2.
• Causas parasitarias
Cierta cantidad de protozoarios pueden provocar gastroenteritis, especialmente los que son del tipo Giardia lamblia, aunque las especies Entamoeba histolytica y Cryptosporidium también han estado envueltas. Como grupo, estos agentes conforman aproximadamente el 10% de los casos en los niños. La especie Giardia más comúnmente se presenta en los países en vías de desarrollo, pero este agente etiológico, hasta un cierto punto, origina este tipo de enfermedad en cualquier parte. Sucede con más frecuencia en las personas que han viajado a regiones con alta prevalencia, niños que concurren a guarderías, hombres que mantienen relaciones anales y entre la población en general luego de un desastre.
• Causas no infecciosas
Existe un gran número de causas no infecciosas para la inflamación del tracto gastrointestinal. Algunas de las más habituales incluyen los medicamentos (como los AINE), ciertos alimentos como lo es la lactosa (en aquellos que poseen intolerancia) y el gluten (en aquellos que presentan celiaquía).
La enfermedad de Crohn es también una fuente no infecciosa de gastroenteritis (con continuidad aguda). También puede resultar una enfermedad secundaria debido a toxinas. Entre las intoxicaciones alimentarias vinculadas con vómitos, náuseas y diarrea se encuentran: la intoxicación por ciguatera debido a la ingesta de pescados predadores contaminados, la escombroidosis relacionada con el consumo de ciertos tipos de pescado que se encuentran en mal estado, el envenenamiento por tetradotoxina por el consumo del pez globo entre muchos otros, y el botulismo debido a la preservación incorrecta de los alimentos.
¿Cómo se transmite la gastroenteritis ?
La gastroenteritis se suele transmitir directamente de una persona a otra: los patógenos del enfermo se eliminan a través de sus deposiciones y vómitos y se distribuyen de manera inadvertida por su entorno, por ejemplo, por superficies y objetos. Por último, mediante una infección por contacto a través de las manos, los patógenos transitan primero a la boca de otra persona y después a su estómago y a su intestino. De esta forma se ocasiona el contagio (transmisión fecal-oral). Algunos virus suele ser tan contagiosos que sólo una pequeña cantidad de 10 a 100 virus ya es suficiente para propagar a otras personas.
Además, al vomitar pueden directamente llegar a otras personas gotitas pequeñas con contenido vírico a través del aire (contagio por gotitas de Pflügge, lo cual son gotas de saliva que se exponen al toser, hablar o estornudar y pueden trasportar el virus). Este es el motivo por el que las infecciones por virus de este tipo se propagan tan rápido en ciertas ocasiones, por ejemplo, en hospitales, guarderías, residencias o ancianos o en centros asistenciales. Así pues, la gastroenteritis es totalmente contagiosa.
Asimismo también se puede transmitir a través de los alimentos contaminados, como lo es el pescado y el marisco, o bebidas (agua contaminada). Esto principalmente afecta a los países de regiones tropicales y subtropicales. La amebiasis cuyo parásito patógeno causante es la Entamoeba histolytica se suele desarrollar a través del agua potable contaminada, por ejemplo.
En el caso de los norovirus los pacientes pueden transmitir la enfermedad a otras personas si:
• Se presentan síntomas agudos de la enfermedad.
• Como mínimo hasta 48 horas luego de que estos hayan reducido.
Los síntomas de la gastroenteritis
Los síntomas más comunes suelen ser:
• Retortijones en el estómago con dolor cólico.
• Náuseas y vómitos.
• Diarrea.
• Cansancio y dolores musculares.
• Fiebre moderada.
• Pérdida del apetito.
• Escalofríos.
Los síntomas se pueden manifestar lentamente a través del cansancio con dolores musculares y después el cuadro intestinal o empezar de forma aguda con náuseas y vómitos con diarrea.
Se habla de diarrea cuando incrementa la frecuencia de las deposiciones y/o cuando se alteran sus características, siendo demasiado líquidas o demasiado pastosas. Según la definición de diarrea, este es el caso, por ejemplo, si se hacen más de tres posiciones muy fluidas al día. A menudo también suele aumentar la cantidad de cada deposición.
Una infección gastrointestinal muy extendida puede dar lugar a una pérdida de líquido y de electrolitos bastante considerable. A la debilidad provocada por la infección se le suma la causada por la pérdida de líquido, que también puede originar, entonces, problemas de circulación por hipotensión y pérdida de volumen. Los lactantes, los niños pequeños y los ancianos reaccionan de manera muy sensible. Por lo tanto, lo más apropiado en dichos casos es reemplazar pronto esas pérdidas, generalmente bebiendo mucha agua en el caso de los procesos leves o en los casos un poco más intensos tomando reparados ricos en sales y azúcar de venta en farmacias.
Otros posibles signos de la infección gastrointestinal suelen ser náuseas, dolor abdominal, dolor de cabeza y dolor en las extremidades. En ciertas ocasiones se posee una fuerte sensación de malestar general. La gastroenteritis no suele ir acompañada de fiebre, sin embargo, la temperatura corporal puede estar algo elevada, aunque esto depende normalmente del agente causante y del mecanismo de acción para generar la diarrea.
Según el patógeno y el estado de salud general de la persona afectada, también es posible que la enfermedad evolucione de manera muy leve y, en ciertas ocasiones, ni siquiera presenta síntomas.
Diagnóstico de la gastroenteritis
Por lo general, la gastroenteritis es diagnosticada clínicamente sobre la base de las manifestaciones y síntomas de la persona. No es siempre necesario determinar la causa exacta debido a que eso no cambia el manejo de la enfermedad.
No obstante, se debería realizar un cultivo de materia fecal en aquellas personas que presentan sangre en las heces, aquellos que han estado expuestos a una intoxicación por alimento y aquellos que recientemente viajaros a un país en vía de desarrollo.
Además, también se puede realizar exámenes de diagnóstico por control. Debido a que el 10% de los bebés alimentados con leche materna y niños pequeños desarrollan hipoglucemia, y por ello se recomienda medir la glucosa sérica en esta población. Asimismo se debería evidenciar el nivel de electrolitos y función renal cuando existe la preocupación de una deshidratación aguda.
La deshidratación
Una parte muy importante de la evaluación es comprobar si la persona sufre o no de deshidratación. Por lo general, la deshidratación se divide en: leve (3-5%), moderada (6-9%), y aguda (>10%).
En los niños, las manifestaciones más exactas de deshidratación moderada o aguda son un llenado capilar extenso, una turgencia cutánea defectuosa y una respiración anormal. Otros descubrimientos útiles (cuando se usan en combinación) abarcan: disminución de la actividad, ojos hundidos, falta de lágrimas y boca seca. La producción normal de orina y la absorción oral de líquidos son síntomas alentadores.
Los exámenes de laboratorio poseen poco beneficio clínico a la hora de comprobar el grado de deshidratación.
Diagnóstico diferencial
Se deben resaltar otras causas potenciales de signos y síntomas que imitan a los que se observan en la gastroenteritis, incluyendo vólvulo, apendicitis, enfermedad inflamatoria intestinal, diabetes mellitus e infección urinaria. Además, también se deben tener muy en cuenta la insuficiencia pancreática, enfermedad de Whipple, síndrome del intestino corto, celiaquía y el abuso de laxantes. El diagnóstico diferencial puede ser un poco complicado si la persona sólo presenta vómitos o diarrea (en lugar de las dos cosas).
La apendicitis puede presentar dolor abdominal, vómitos y una cantidad pequeña de diarrea en el 33% de los casos. A diferencia de la gran cantidad de diarrea que es muy típica de la gastroenteritis. Leer más sobre la apendicitis y sus síntomas.
Las infecciones en los pulmones o en el tracto urinario en los niños también pueden provocar diarrea o vómitos. La clásica cetoacidosis diabética (CAD) se presenta con náuseas, vómitos y dolor abdominal, pero no da diarrea. Un estudio halló que al 17% de niños con CAD se les había diagnosticado al inicio una gastroenteritis.
Tratamiento de la gastroenteritis
Para evitar la deshidratación son bastante efectivos los líquidos basados en alimentos, como lo es el arroz, las sopas de zanahoria, de patata o de lenteja, los caldos o consomés desgrasados, los jugos de frutas frescas, las infusiones suaves y el agua de coco verde, todos ellos son de uso común en el hogar. Inclusive el agua simple, complementada con alimentos, puede ser muy útil mientras se consiguen otros líquidos.
El líquido más efectivo suele ser el “Suero oral” o bebidas de deportistas con iones tipo Aquarius®, lo cual sirve tanto para prevenir como para tratar la deshidratación. Se le ofrece al paciente de media a una taza, o todo lo que acepte luego de cada evacuación diarreica, a pequeñas cucharadas o a sorbos para que no vomite; si vomita, se le dará con más lentitud hasta que deje de vomitar. Existe en el comercio suero oral con sabores, concentrado en sobres para diluir en un litro de agua.
En la dieta debe ser retirado “absolutamente” todos los lácteos (queso, leche, yogurt) por unos días. Posteriormente, poco a poco, podrá ingerir alimentos blandos fáciles de digerir como arroz, blanco, pescado, zanahorias cocidas, tortilla francesa, sopas de carne, etcétera.
Debe evitar totalmente los ácidos (como el jugo de naranja) o aquellos que contengan cafeína (como el café) o que sean muy carbonatados.
Puede empezar a comer nuevamente estos alimentos a los tres días aproximadamente, cuando ya hayan desaparecido todos los síntomas de la enfermedad. También puede ser tratada la diarrea con medicamentos de libre dispensación que pueden ser bastante efectivos. Si decide utilizarlos, tome solamente la dosis recomendada en el envase.
La deshidratación suele ser una complicación muy importante de la gripe intestinal o gastroenteritis vírica, por tal motivo si los vómitos y la diarrea son constantes y no ceden deberá pedir atención médica de inmediato.
La gastroenteritis o la gripe intestinal no suele durar más de 1 a 3 días, no obstante, pueden pasar de 1 a 2 semanas antes de que sus costumbres intestinales vuelvan completamente a la normalidad.
¿Qué se debe comer cuando se tiene gastroenteritis?
El tratamiento dietético de la gastroenteritis es muy simple y se basa en: reposo, ayuno y abundante líquido, aunque no resulta siempre efectivo si la infección es más grave y requiere tratamiento médico.
Los síntomas más comunes en las infecciones gastrointestinales, como bien dijimos, son náuseas repentinas, ganas de vomitar y diarrea, que van acompañados de molestias estomacales, malestar general, debilidad y, en ciertas ocasiones, fiebre. Una dieta apropiada, astringente y sin fibra, junto con una muy buena hidratación a través de una mayor ingesta de bebidas isotónicas o de suero oral, alivia los síntomas y apresura la recuperación.
• Dieta líquida:
Es recomendable beber una elevada cantidad de líquidos, lo cual ayudará a la hora de eliminar los gérmenes del cuerpo y también a prevenir y evitar la deshidratación. Resalan las infusiones digestivas, las bebidas isotónicas, los zumos de frutas SIN pulpa y el agua con limón.
• Yogurt con bifidobacterias:
Este yogurt suele ser ideal cuando la diarrea o los vómitos ya han finalizado. Se recomienda consumirlos durante las primeras 12 a 24 horas.
• Dieta astringente sin fibra:
Especialmente cuando la evolución es favorable, después de la pausa de reposo digestivo. Se recomienda bizcochos o pan tostado, arroz blanco, tortas de arroz, zanahoria y patatas cocidos, jamón cocido, pechuga de pollo hervido o a la plancha y pescado blanco (como la merluza, el gallo o la perca).
¿Qué alimentos se debe evitar cuando se tiene gastroenteritis?
• Quesos.
• Alimentos ácidos.
• Lácteos.
• Cafeína.
• Chocolate.
¿Cómo se previene la gastroenteritis?
La gastroenteritis puede ser prevenida cumpliendo ciertas normas de higiene, como lo es lavarse las manos luego de ir al baño, antes de las comidas o después de cambiarle el pañal a un bebé. Asimismo, hay que ser muy cuidado si se tiene contacto con enfermos. En el hospital existen medidas de higiene que es indispensable cumplir para así evitar que se siga extendiendo los agentes patógenos.
Debido a que el contagio de una infección por bacterias se puede también provocar a través de alimentos y bebidas contaminadas, se deben cocinar muy bien todas las comidas, sobre todo la carne, el pescado y el marisco.
En algunos casos existen vacunas contra algunos patógenos promotores de gastroenteritis que puede resguardar de la enfermedad. Desde el año 2006 existe una vacuna contra los rotavirus. Las sociedades de especialistas españolas y europeas aconsejan esta vacuna para todos los lactantes, inclusive para los prematuros.
La EMEA (la Agencia Europea de Medicamentos) explica que: “la vacuna de rotavirus suele presentar una relación beneficio riesgo muy positiva”, por lo tanto se considera que su recomendación disminuirá la morbilidad infantil y mejorará calidad de vida de las familias y de la sociedad en general.
En un escrito de aprobación relativamente reciente y realizada, según las reglas de medicina basada en la evidencia, la Sociedad Europea de Enfermedades Infecciosas Pediátricas (ESPID) y la Sociedad Europea de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición (ESPGHAN), han recomendado también la vacunación de todos los lactantes residentes en Europa.
El Comité Asesor de Vacunas (CAV) de la AEP (Asociación Española de Pediatría) ha considerado adecuado contener la vacunación frente a rotavirus en su Calendario desde el año 2008, y aconsejar a todos los pediatras la vacunación universal frente a este agente. Esta vacuna se encuentra incluida en la financiación de la Seguridad Social desde el 2016.
Esperamos que te haya sido de gran ayuda este interesante artículo y sepas cómo se transmite la gastroenteritis para que así la puedas evitar. ¡No olvides visitar todo nuestro portal!
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