Conoce las Diferencias entre la Infidelidad Masculina y La Femenina !Aquí!!

¿Existen algunas diferencias entre la infidelidad masculina y la infidelidad femenina?, ¿Se pueden percibir y se aceptan de la misma manera frente a la sociedad?, ¿Ambas se juzgan de igual forma?, ¿Se justifican y están se perdonan con la misma clase de argumentos?, ¿Cuando una mujer llega a traicionar la confianza de su pareja siéndole infiel se equipara de la misma manera a la infidelidad de un hombre?

La infidelidad, según lo muestra el diccionario RAE significa la falta de la fidelidad. Los sinónimos mas conocidos son: la traición,  la alevosía, la deslealtad, la falsedad, y el  engaño.

En otras palabras, la infidelidad es reconocida como una falta de lealtad propia a un compromiso que fue adquirido con suma anterioridad.

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Una infidelidad, es simplemente una traición a la confianza y a todo el respeto que debe de existir entre cualquier relación, ya sea bien la mujer o el hombre quien cometa esta delicada falta.

Sin embargo, la realidad siempre indica que sí hay muchas diferencias en la percepción que la sociedad maneja, según sea el caso que se presente, o mejor dicho, según el género en si que sea el que cometa la traición.

Esto no debería de ser así, pues si hablamos de equidad y de igualdad de derechos, deberíamos de asumir que tanto los hombres como las mujeres deberíamos de afrontar de la misma manera cualquier situación al respecto.

Si algo está bien o mal para un género en especifico, lo deberá también estar para el otro. A nivel cultural, familiar, social, y hasta jurídico deberían de aplicarse los mismos conceptos y correctivos para todos.

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De forma segura muchas mujeres y también los hombres, piensan que solamente los hombres llegan a ser infieles, pero se ha demostrado de muchas formas que no es así, las mujeres son tan imperfectas y humanas como los hombres, también pueden llegar a caer en la tentación de el engaño.

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Las estadísticas así lo confirman, las mujeres también engañan a su pareja. Quizás en menor proporción, pero una vez que ellas se deciden a hacerlo, esto será irremediable. Las razones por las cuales ellas llegan a cometer una infidelidad pueden ser distintas o, incluso, pueden ser hasta las mismas por las cuales el hombre también lo hace.

En muchas ocasiones, esta clase de traición es una de las principales causas de el divorcio, pero no es precisamente el motivo verdadero, sino que más bien es la carencia de comunicación que puede existir entre la pareja, se termina el interés sexual, empieza la lejanía física y  la emocional y también  surgen diversos problemas.

La infidelidad en una sociedad que es machista.

Tanto los hombres como las propias mujeres, siempre debemos de recordar que los principios, los valores, las costumbres, la moral y el respeto por uno mismo, por su pareja y por el compromiso que hemos adquirido en una relación son muy esenciales, sin embargo, siempre existe latente el riesgo de poder sufrir una traición como esta.

Así es, entonces la infidelidad conyugal, en una pareja sea cual en sea en el momento su estado civil, puede llegar a darse en cualquiera de las dos partes, de los dos integrantes, el hombre o bien sea la mujer.

En una sociedad que es machista la infidelidad es catalogada y hasta justificada según el género. Entonces, no es lo mismo que un hombre sea totalmente infiel, incluso no importa el número de veces que este traicione, comparado con el hecho de suponer o solo comprobar que una mujer realice la misma deslealtad, aún incluso bajo las mismas circunstancias que lo haya hecho el hombre.

La traición de ella se ha visto desde la historia mucho más reprobable que la de él mismo. La razón principal por la que las sociedades machistas se resisten a tener que reconocer que también las mujeres pueden llegar a ser infieles con su pareja, se debe en un principio a que el engañado, conocido como el cornudo, se vuelve entonces objeto de burla y aparece frente a todos como un hombre débil, o un pobre hombre.

Esa condición masculina es totalmente inaceptable y rechazada por todos sus congéneres, incluso hasta como un acto de solidaridad.

Analicemos entonces la infidelidad, tanto la femenina como la masculina, vemos las diferencias abismales entre ambas, en lo referente a sus causas, a sus consecuencias, así como al manejo que el entorno legal y social determina, según el género de que se este tratando.

Estereotipos de la mujer. Lo que ella debe de ser.

Recordemos que los miles de estereotipos que se le pueden atribuir a una mujer en la gran mayoría de las sociedades totalmente machistas se manifiesta siempre en lo que ella debe de ser.

La mujer debe de ser leal.
Debe de ser muy cariñosa.
Debe ser muy comprensiva, hasta en lo que no se pueda a veces.
Debe de apoyar de forma incondicional a cualquier integrante de su familia.
Debe de estar siempre en las buenas y en las malas.
Debe ser una trabajadora incansable, sino puede ser tildada de floja.
Debe ser muy dulce, sumisa y callada.
Debe de ser pironisa y presuponer las necesidades de todos los demás.
Debe proporcionar la tranquilidad, la comodidad, la seguridad y el bienestar de los que le estan rodeando.
Debe sacrificar su propio espacio, su propio tiempo, sus propios ideales, todos sus sueños, su profesión e incluso hasta no debe de enfermarse.
Ella siempre debe, debe, debe, y debe, debe de ser fiel, con la mente, con todo el corazón y, sobre todo, con su propio cuerpo.

Pobre de aquella mujer que no cumpla con alguno de los roles y los requisitos que la cultura, la familia y la misma sociedad le ha impuesto. Siempre es muy duro cuando se enfrenta una infidelidad dentro de la pareja, independientemente de el sexo o de la condición.

Sin embargo, los convencionalismos de tipo sociales y los prejuicios pueden llegar a alterar la percepción misma en una situación de por sí ya complicada y dolorosa.

“Es muy diferente cuando el hombre es el que resulta engañado. La infidelidad masculina es algo socialmente aceptado, pero la de la mujer siempre sera castigada y por lo general termina en el distanciamiento de la pareja. Esto es una cuestión cultural', advierte la Dra. Mirna García, jefa de la carrera de Psicología en la Facultad de los estudios Superiores de Zaragoza (UNAM).

Si una mujer se atreve a cometer un acto de infidelidad, corre el riesgo de tener y ser estigmatizada de forma inmediata, tanto por los hombres como por las mujeres puritanas con frases y actitudes tales como,

• “Esa es una cualquiera”.
• “Siempre se le vio por encima que era una zorra”.
• “Pobre de el marido con esa mujer tan fácil”.
• O el recurrente y común insulto: “ SIMPLEMENTE era una puta mas”.

Situación que, de forma injusta, no pasa con los hombres. Ellos pueden llegar a justificarse de forma fácil con dos sencillas palabras: “Soy hombre”, lo peor la sociedad lo acepta y hasta lo justifica.

Como si con esta corta y hasta absurda frase todo se pudiera explicar y se llegara a resolver y, es lamentable decirlo, pero muchas veces esto así es. ¿Acaso al aducir que son solo hombres significa que hagan lo que hagan todo estará permitido para ellos?.

¿Cuando ellos expresan, con el clásico y característico estilo machista, “YO SOY UN HOMBRE”, debemos de entender que solo, ellos se dejan llevar por sus instintos básicos y que no tienen cerebro ni total  capacidad para poder razonar lo que están haciendo, y en cambio nosotras como mujeres sí debemos de hacerlo?

• “Ella fue la que me provocó, yo soy solo un hombre y ¿qué podía hacer al respecto?”.
• De la misma manera,  por cobardía y comodidad,  muchos evaden totalmente su responsabilidad y  culpan a “la otra mujer”.
• Ellos jamas asumen su propia culpa de lo que hicieron y prefieren recurrir a cualquier clase de  pretextos y justificaciones:
• “Fue simplemente una vez”.
• “Yo me equivoqué”, “No supe en realidad lo que hacía”, “Ella no es nada, no significó nada”, “Tú eres a quien realmente amo, ella fue solo una aventura pasajera”

¡Qué cinismo tienen muchos!, al expresar que “ella no significó absolutamente nada” cuando ya desahogaron todos sus instintos carnales, los mismos que las mujeres poseemos, solo que fuimos enseñadas y adiestradas a retenerlos y a mantenerlos muy escondidos en el fondo de todas nuestras emociones,

Pero, ¿acaso no pudieron llegar a pensar antes todas las consecuencias, antes  de el "no sentir nada" en medio  de el acto de infidelidad que cometían inocentemente junto a quien solamente los provocó, a las pobres victimas?

Lejos de querer pretender criticar, o atacar todas las justificaciones que son hasta absurdas que ellos usan, la pregunta clásica es ¿y las mujeres no podrían justificarse con los mismos pretextos y argumentos cuando caen en la tentación también de una infidelidad?

¿Será entonces lo mismo que una mujer pueda decir: “Él fue el que me provocó”, “Fue simplemente una noche”, es mas ”Fueron 10 minutos solo los que estuve con él”, “No sabía realmente lo que hacía; te juro que esto no significó nada, solo fue un simple acto carnal”, “A ti es a quien realmente quiero, él solo fue una simple aventura”.

De forma indudable deben existir mujeres que hayan recurrido a estas mismas frases masculinas para poder justificarse en alguna ocasión, pero, ¿te das cuenta que de verdad esto no es lo mismo socialmente ?

La infidelidad NO es algo que se exclusiva de el género masculino. Los errores, las debilidades y las fallas que cometen a seguido los hombres, también son muy susceptibles de suceder en las féminas.

Ambos géneros son totalmente vulnerables. No debe ser permisible ni para un genero ni para el otro, o bien, debería entonces de serlo para ambos sexos. Las justificaciones, aunque sean absurdas o no, tendrían que ser válidas igualmente para uno como para el otro, no sencillamente para el caso de los hombres.

El porqué y el cómo de todas las aventuras extra-matrimoniales, tanto de las mujeres como de los hombres, han sido total objeto de estudio de muchos y diferentes psicólogos e incluso, de investigadores privados, uno de los gremios profesionales que más conoce acerca de la infidelidad.

Según los datos estadísticos, casi la mitad de las mujeres, una cifra  muy similar a la masculina engaña de alguna forma a sus parejas. Es decir, que casi uno de cada dos esposos o de esposas, engaña a su pareja.

Cuál es la diferencia existente entre la infidelidad femenina y la masculina.

Las razones más comunes por las que una persona, hombre o mujer, cometen una infidelidad pueden ser sentimentales, sexuales, o incluso motivada por una pasión, así como la ira o la venganza.

Los hombres tienden a involucrarse sexualmente y las mujeres lo hacen emocionalmente. Sin embargo, a medida que los tiempos avanzan, la brecha entre géneros tiende a cerrarse. Actualmente los hombres y las mujeres parecen involucrarse en conductas de infidelidad en la misma proporción y con la misma frecuencia.

Los estudios sobre este tema han mostrado consistentemente que los hombres se interesan en un acercamiento sexual, mientras que las mujeres regularmente buscan amistad o una relación emocionalmente significativa. Las mujeres tienden a igualar sexo con amor, mientras que los hombres tienden a ver sexo y amor como cosas separadas.

Un interesante estudio demostró que cuando existen problemas dentro de el matrimonio, los esposos reportan como causas de el problema, una vida sexual muy pobre. Las mujeres, por el contrario, plantean problemas hacia lo marital y situaciones que son relacionadas directamente con el afecto.

Parejas que dicen que se aman y llevarse muy bien en la cama pueden llegar a ser infieles por otros tipos de carencias: entre otros por encontrar emociones altas en las ocasión de alto peligro, por simplemente ceder ante la tentación de tener un buen momento, o bien por sentimientos como la venganza, el resentimiento o  por simple curiosidad que propicien esta clase  de aventuras.

Sean cuales fueran las verdaderas razones, ninguna llegan a poder justificar el engaño, la mentira  y el dolor causado a la otra persona inmiscuida sea el hombre o la mujer, que componen la relación.

Las Mujeres infieles.

En la gran mayoría de los casos, la mujer llega a comportarse  infiel porque su relación de pareja es  insatisfactoria totalmente, ésta se ha convertido ya en una rutina, su pareja ya no la procura, no la busca, no le demuestra el amor y ni siquiera el deseo necesario.

Es por esto, que la mujer busca fuera de su  hogar lo que no consigue en ella, busca entonces ese hombre que la haga sentir nuevamente importante, asimismo, busca sentirse amada, querida y hasta deseada.

Muchas mujeres llegan a ser infieles a sus parejas de vez en cuando, aunque, de forma contradictoria, digan  que están enamoradas. Pero, a diferencia de los hombres, cuando tienen aventuras extra conyugales, no suelen buscar solo sexo sino sentimientos.

Para la gran mayoría de las mujeres, el tener una aventura de tipo extra-conyugal no significa necesariamente el tener que mantener relaciones sexuales, sino que puede llegar a tratarse de algo solamente emocional e incluso, hasta platónico.

Sin embargo, consideran un engaño el desear o el querer a otra persona que este al margen de su pareja, lo que les hace sentir muy culpables.

De forma lamentable, los engaños son ya son algo habitual en las parejas. Sin embargo, las mujeres tienen como fiel  argumento en su defensa que sus aventuras pueden ser, simplemente, relaciones afectivas sin ningún contacto sexual.

Puede incluso llegar a tratarse de algo platónico pero que, de alguna forma, ellas consideran que es una traición hacia su pareja porque lo están ocultando. Y aunque si haya sexo de por medio, este suele mezclarse con los sentimientos.

Son  muy pocas las mujeres que declaran de forma abierta estar sólo motivadas por el sexo cuando han sido infieles, pues se ha podido comprobar que una mujer también puede llegar a separar los sentimientos de el amor, el cariño y el afecto por los de la atracción física o la sexual solamente.

Estudios importantes y recientes acerca de la sexualidad y de la infidelidad, destacan las siguientes causas de la infidelidad de la mujer:

1) Por poseer baja autoestima. Casi la gran mayoría de todas las mujeres que son infieles se sienten muy aisladas, solas y con el autoestima baja. Muchas creen que el poder mantener relaciones fuera de su pareja es una manera de disfrutar y de poder reafirmar su propia identidad.

Es tener una persona que realmente te aprecia de una forma especial. El cortejo o el enamoramiento elevan enormemente  el nivel de la autoestima femenina. Al enamorarse la mujer es verdad que idealiza al otro, pero también a ella  misma.

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2)  Por necesidad de cariño. Muchas veces lo que en realidad buscan ellas es afecto y amor para esto su puerta de entrada principal es el sexo.

3)  Por la carencia de la sexualidad o la escasez de esta en su hogar.

4)Por curiosidad. Los asuntos de índole amorosos son  atrayentes especialmente como parte de la experimentación sexual para aquellas mujeres que llegaron vírgenes al matrimonio o aquellas que solo han tenido una sola pareja y que ya han pasado los 35 a 40 años y sienten plena curiosidad de poder experimentar sexualmente con otros hombres.

5)  Por Venganza. Hay mujeres que empiezan una relación fuera de el matrimonio porque sus parejas la han tenido ya primero, y eso las enardece y las enfurece. A veces las mujeres recurren al engaño para poder equilibrar la sensación y el dolor de haber sido víctimas de la infidelidad de su pareja o que su compañero no la valora como debería.

6) Por seguridad. En toda la historia la mujer ha sido de forma económica dependiente de el hombre, y además de haber sido ella la que  ha tenido que asumir el cuidado máximo y más directo de los hijos y la casa. En consecuencia surge la necesidad de un hombre que le diera la seguridad máxima. Si el hombre que tiene no le da esa seguridad, buscara a otro.

7)  Por buscar cualidades masculinas que no consigue en su pareja. La mujer que es liberada, la de el siglo XXI está independizada de forma económica y el número de hijos que tiene es ahora muy reducido.

No obstante, los instintos de apego de la mujer, como decíamos anteriormente siguen guardando y manteniendo una gran influencia. Hoy, más que demandar y pedir seguridad, la mujer busca el poder admirar a su pareja. Que este sea competitivo.

El hombre que es fracasado, no es pro-activo, es mediocre y sin ningún tipo de iniciativa no suele responder a todas sus expectativas, y lo busca por fuera, y en muchas ocasiones, lo encuentra hasta en su lugar de trabajo.

8)  Por placer. Lo que la mujer buscará e intentara encontrar será a un amante que le brinde y le otorgue más posibilidades, que aumente su placer, que vuelva a encender en ella el deseo perdido, esto significa, recuperar y poder aprender todo lo nuevo, lo que el tiempo con su actual pareja no le otorgo.

9)  Por aburrimiento y  la monotonía. El encontrar un amante le permitirá a una mujer sentirse mucho más libre y con mas emociones nuevas, lejos de la pareja controladora y monótona.

10)  Por querer llamar la atención. A veces el simple objetivo es que la pareja se entere, se de cuenta de la falta, y de la falla por lo que se mandan señales y signos continuos de que se está cometiendo estos errores. Es una forma de sentirse y ser valorada.

11) Estar atravesando por una situación seria de crisis. Hay momentos específicos en la vida de una mujer que la  marcan, y a ellos se les puede llegar a atribuir la infidelidad entre otros el síndrome de el nido vacío, la menopausia, el transcurrir de los años, entre otros.

A las mujeres les cuesta mucho más dar el paso de tener que acostarse con alguien, mientras que los hombres funcionan, de forma frecuente, a la inversa: sus relaciones extra-conyugales suelen ser solo de tipo sexual, sin llegar a pensar en las consecuencias graves que están puedan tener y sin tener ni demostrar demasiados sentimientos de culpa.

Las mujeres tienen necesidad de sentirse amadas, queridas, de que haya sentimientos de por medio. El engañar a sus parejas suele producirles grandes dosis de remordimientos e intranquilidad.

El que dirán, otro factor importante.

Para un hombre esto es muy difícil, el perdonar la infidelidad de su pareja, de su mujer debido a que esto toca esa fibra que es inseparable de su personalidad, su ego y la masculinidad. El hombre que se ve traicionado de esta forma, es un hombre que se siente disminuido, es un hombre hecho que se hace pedazos en su hombría e imagen de macho.

Los hombres se sienten muy lastimados y heridos cuando resultan ser engañados. Suelen pensar y hasta creer que son menos hombres, desde dudar de su inteligencia o de su valor como personas reales , así como creer que todas las mujeres son iguales, lo que puede llevar a hacerse un mal concepto de todas las mujeres y a guardar diferentes clases de resentimientos que impedirán en el presente y el futuro relacionarse de manera sana.

Las reacciones de los hombres suelen ser por lo general violentas y hasta tormentosas, inclusive han llegado a matar a esa mujer infiel por haber sentido esa herida en su ego, que son reacciones sin justificación alguna; en ocasiones se llega a producir una reacción mucho más templada que puede tener como explicación, la derivación en el alto porcentaje de infidelidad masculina existente.

Unas de las primeras emociones que llegan a invadir al hombre que esta enfrentando una infidelidad es la rabia, la frustración,  la ira y el enojo. Luego viene una total depresión y una baja grave en la autoestima, que si no se resuelven pueden llegar a traer consecuencias gravemente negativas.

El engaño provoca en si que el hombre se sienta burlado, traicionado, por lo que comúnmente decidirá al final terminar esa relación. Otro aspecto que lastima mucho, es el saber que la pareja ya ha establecido un vínculo de tipo afectivo con alguien más.

Esto es totalmente devastador para ellos solo por la cultura patriarcal y ampliamente machista que tienen, lo percibe como una gran burla, es un golpe bajo a su autoestima y socialmente se comienza a cuestionar su hombría, se le compadece o se cree que es tonto porque lo engañaron vilmente.

En los casos mas extremos, cuando estos reaccionan con violencia y el enojo se llega a convertir en agresión, deben de acudir con un profesional terapeuta para poder trabajar a nivel interno su propio yo, el sanar la herida y volver a comenzar con disposición y apertura.

En la gran mayoría de los casos, los hombres prefieren el separarse o el romper con su pareja porque no pueden aguantar, reconocer o soportar que hirieron su gran hombría. El conocido gran escritor francés, Stendhal hablaba que “La fidelidad en las mujeres casadas, cuando en su matrimonio no esta alentado por  el amor, probablemente es algo hasta contra natural.”

Cada hombre tiene una personalidad que es distinta y reaccionará en consecuencia a esto. Pero la diversidad de reacciones es infinita. Se reacciona con indiferencia, con cinismo, con venganza.

Pero en ocasiones también con muchísimo amor. Existe la posibilidad de el perdón si la pareja es muy fuerte, madura y se abre a un diálogo que sea franco para sanear los aspectos mas desgastados de la relación que causaron la infidelidad.

Los Hombres Infieles. 

En ocasiones lo hacen como una manera de recordarle a la pareja que el compromiso que adquirieron de una relación no es algo suficiente para ellos, haciéndole así énfasis a su esposa que no se sienten para nada limitados o totalmente comprometidos en su relación.

Mantienen una puerta de escape abierta de para la aventura ante cualquier situación de desagrado dentro de el hogar. En general, los hombres no son de los que suelen darle tanta importancia a sus aventuras y pueden afirman seguir queriendo y amando igual o sólo a sus pareja, pese a haberla este engañado.

Causas principales de la infidelidad masculina.

Los síntomas presentes son mucho más claros y hasta más visibles que los presentes en la infidelidad femenina. El hombre puede empezar siendo tan cuidadoso para proteger sus mentiras, que se hace evidente sin embargo, muchas veces se ve atrapado y enredado en sus propias palabras.

Los síntomas mas frecuentes son los siguientes:

-No pueden ni logran explicar donde estuvieron o con quien fueron a un determinado lugar.
-Millones de llamadas misteriosas.
-Exceso de trabajo lo que le impide estar a la hora habitual en su casa.
-Salidas con los amigos mas que frecuentes.
-Se esmeran en el arreglo en su manera de vestir.
-Una dosis de mucho mayor ternura, a la que la pareja estaba acostumbrada.
- La perdida de el interés sexual, inventando hasta excusas para no tenerlo.
- Gastos de dinero que no son justificados.

Tanto los hombres como las mujeres podemos llegar a cometer errores y podemos ser libres de poder perdonar o no una traición así.  No se debe llegar a estigmatizar solo a las mujeres por las cosas que también los hombres realizan, eso no es equidad en ningún momento.

Toma en cuenta estos últimos y útiles consejos.